viernes, 29 de julio de 2011

Irrelevancias < Relevancias

No me cuesta deshacerme de ciertas situaciones y todo lo que conllevan. Si me deshago de ellas es por algo.
Me conformo y soy feliz con disfrutar de los pequeños placeres que depara el día a día, y otros que no son tan pequeños ni son deparados por que sí. Un trago, tirarme en el césped o cualquier sitio con ellos, poder hacer que las cuerdas de mi guitarra sigan vibrando como dicta el fruto de mis pensamientos y sentimientos, un café en alguna cafetería, un poco de Sol, un poco de noche, recibir algún mensaje recordándome que la recuerde antes de que recuerde que he de recordarla, risas al unísono que solo entenderemos nosotros, quemarnos los labios, crear teorías sobre el mundo actual que nunca fallarán, hacer el mundo de nosotros y de nosotros el mundo, hazañas épicas que no pueden quedar guardadas en ningún cajón, que los impulsos tomen el mando, ayudarnos y decir lo que el otro (y los demás) piensan, sentir que en mi vida solo va quedando lo que realmente merece la pena...


No me cuesta deshacerme de lo que no me duele, y no me duele lo que no me importa o deja de importarme, y acaba por no importarme lo que no me hace seguir cogiendo por la cintura a la vida cada mañana y sonreír mientras sé que vale la pena hacerlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario