lunes, 22 de noviembre de 2010

Un día...

Me puedo conformar solamente con una noche fría, una manta, en el sofá, y una buena pelicula, a oscuras, y si hay compañia mejor, pero que sea ella o poco más. Tambíen me vale una tarde por la ciudad, o por algún parque, o quizá en lo alto de la muralla, observando el puerto, el mar, con la brisa dándome ligeramente y el Sol escondiéndose. Tocando la guitarra al aire libre, que el arte (o lo que más se acerque a eso, pues no gasto de arte) no se debe de quedar encerrado en cuatro paredes, o pensando, imaginando, recordando, disfrutando de las vistas. Por la mañana puedo preferir dormir, que de pronto prefiero salir a tomar un café y hacer algo de ejercicio, que de pronto (como tengo mil pensamientos) prefiero tomarme ese café en casa y poder disfrutar un rato de algún videojuego, y mirar noticias y lo que sea por internet. Y las madrugadas... acostarme de ver esa peli de la noche, de leer algún libro interesante, o en su piel, y no despegarme de ella hasta el amanecer.

Mis días pueden dividirse en mil formas y tener mil variantes, no pongo contras a lo que venga, pero sin duda eso es lo que debería de contener ahora mismo uno de estos días, sería necesario.

Ah... Y me conformo con un trago, un cigarro y yo tirado en el sofá, puedo prescindir de todo lo demás... Hasta que se vacíe el vaso y se esfume el humo, yo con él...

Mi Forma de Vivir

lunes, 15 de noviembre de 2010

Alegre o triste. Siempre das en el clavo sea cual sea el momento. No sé, quizá me leas los pensamientos, tanto cuando quiero como cuando no quiero ni que lo hagas. Es cierto, a veces se me hace pesado escucharte, no es el mejor momento, o eso creo hasta que te presto atención. Siempre eres un punto de apoyo, me comprendes a cada momento, aunque no haya movido la boca si quiera. Explotas desde el primer segundo, atraviesas todos mis sentidos, te metes por mis venas haciéndome vibrar, con la gran capacidad de hacerme llorar y saltar de alegría a la vez, incluso poder cambiar mi estado de ánimo en tres minutos, quizá el que explote entonces sea yo. Tocarte, apreciarte, disfrutarte, imaginarte y después crearte. Siempre presente, incluso cuando son las 5 de la madrugada, no hay nadie en la calle y simplemente voy imaginando pensando en ti. Me encanta presentarte a los demás, que sepan quien eres, notar el calor que sólo tu consigues mover. Tan difícil de describirte pero tan fácil de escucharte...

Realmente mi vida no sería lo mismo sin ti.

Música

martes, 9 de noviembre de 2010

Aún no

Sus besos suaves, dulces, húmedos, lentos, tímidos y a veces salvajes. Su voz, como me avisaba, como se reía, se reía de todo. Su risa fina, tímida, graciosa, bonita, que lograba sacar una sonrisa con sólo oirla. Su sonrisa, no era pequeña y grande en valor, contagiosa, con un toque pícaro, preciosa. Su mirada profunda, recorriendo desde mi retina a lo más profundo de mi interior, haciéndome vibrar. Su tacto, de sus manos, sus dedos, sus piernas con las mías erizando cada poro de mi piel, suave, tan suave que creía estar tocando una nube. Sus susurros, sus roces, su lengua con la mía, sus manos entrelazadas con las mías, sus besos en mi cuello, mi nariz en el suyo, sus piernas al lado de las mías, ella encima mia, yo dentro de ella...

Suena el despertador, me despierto sin nadie ni nada, sin rastro de esos recuerdos, pero echándolos de menos. Esa extraña sensación de echar de menos a alguien a quien aún no conoces... O sí?

domingo, 7 de noviembre de 2010

Humo

Porque no es más que eso. Saliendo de la nada, rápido o quizá trotando, como A Caballo, creando diversas figuras en el aire conforme avanza en su camino, imaginario tal vez, o ya escrito. Porque no es más que eso, que estoy hecho del Humo que queda en los callejones, aquellos donde El aire da la vuelta, el mismo Aire que da la vida. Quizá se deba a que cuando M se marchó, o más bien me marché yo, se me abrieron un poco los ojos, dejaba de ser manejado Como los trileros, y descubría Un nuevo ser, o quizá tampoco tan nuevo, si no yo mismo. La "suerte" tardó en llegar lo que tarda en llegar el verano, y entre comillas porque al final resultó no ser más que una Princesa, pero no de Disney, ni de sueños, si no de esas que coleccionan a tipos, de esas con Corazón de hielo. Pronto me bajó al suelo, me hizo ver que el humo, a veces, puede desaparecer nada más crecer, que tiene que recordar quien era, de donde viene, que se deja llevar por el Viento de Poniente, que guarda su Corazón de mimbre, aunque hecho a prueba de bombas, en una Caja Negra para las pocas personas que le entienden y para esa persona especial. En definitiva, humo, que va creciendo cuanto más quema y no se rinde en seguir hacia arriba y acabar Arañando las puertas del cielo. Porque a pesar de todo lo que se pueda escribir en un texto, se necesitarán más para describir a este humo, el que viviría en Noches reversibles para volverlas a saborear en su momento más expléndido. Porque el humo no para de crecer y crecer, y este no parará de crecer porque no para de prender todo lo que está a sus pies.