domingo, 7 de noviembre de 2010

Humo

Porque no es más que eso. Saliendo de la nada, rápido o quizá trotando, como A Caballo, creando diversas figuras en el aire conforme avanza en su camino, imaginario tal vez, o ya escrito. Porque no es más que eso, que estoy hecho del Humo que queda en los callejones, aquellos donde El aire da la vuelta, el mismo Aire que da la vida. Quizá se deba a que cuando M se marchó, o más bien me marché yo, se me abrieron un poco los ojos, dejaba de ser manejado Como los trileros, y descubría Un nuevo ser, o quizá tampoco tan nuevo, si no yo mismo. La "suerte" tardó en llegar lo que tarda en llegar el verano, y entre comillas porque al final resultó no ser más que una Princesa, pero no de Disney, ni de sueños, si no de esas que coleccionan a tipos, de esas con Corazón de hielo. Pronto me bajó al suelo, me hizo ver que el humo, a veces, puede desaparecer nada más crecer, que tiene que recordar quien era, de donde viene, que se deja llevar por el Viento de Poniente, que guarda su Corazón de mimbre, aunque hecho a prueba de bombas, en una Caja Negra para las pocas personas que le entienden y para esa persona especial. En definitiva, humo, que va creciendo cuanto más quema y no se rinde en seguir hacia arriba y acabar Arañando las puertas del cielo. Porque a pesar de todo lo que se pueda escribir en un texto, se necesitarán más para describir a este humo, el que viviría en Noches reversibles para volverlas a saborear en su momento más expléndido. Porque el humo no para de crecer y crecer, y este no parará de crecer porque no para de prender todo lo que está a sus pies.

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