viernes, 1 de julio de 2011

Rehabilitación

Y las noches pasaban como calles vacías, como un marcador con empate a cero, como un aeropuerto sin aviones, como una guitarra sin cuerdas o como un cenicero vacío.

Encontradas tantas respuestas a las preguntas ahora surgen preguntas a las respuestas, intentando enlazarse, dejando más en claro que todas mis razones van una en dirección contraria a la otra, llegando a esquivarse, rozarse por milímetros e incluso algunas chocando, rompiéndose en mil pedazos haciendo más difícil aún poder circular.

Aún con todas esas cosas mi estado ahora mismo no se clasifica más que bohemio, más que nunca, buscando la belleza en las luces y sombras de la ciudad, buscando simplemente, mi mente como no, no para de trabajar...

Ahora con todo mucho más claro, sé con más certeza que antes, que ya es decir, donde puedo enfocarme, hacia donde. Los ánimos es lo que más abunda por aquí, con sus bajones, típicos, pero ya por otros casos, a los que les encuentro soluciones algo rápidas y acertadas.

Me viene acompañando todos estos días, y que cierta que es... No sé, no sé, no sé, y a este paso nunca sabré... ¿Persona, animal o cosa? No sé que acabaré siendo, ni de quien será la situación que lo acabe determinando, pero hazme caso, abre los oídos, cierra los ojos, déjate llevar por lo que dice, por el tono de voz, por los ánimos de la música, por todo... ¿Quizá al final no sea tan malo, no?

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