viernes, 6 de mayo de 2011

Desaparecer

Madrugar, recorrer el no tan largo camino que separa mi casa de clase, aguantar, escuchar, coger apuntes, volver a aguantar, soltar dos sonrisas tontas y sacar la lengua cuando miro al futuro, volver a recorrer el camino, estudiar y apenas dormir (aunque esto lo traigo de fábrica).

Escribir eso seria una forma de describir estos días que estoy teniendo, con pocas ganas de todo y con muchas ganas de nada, perdido en el mundo, en las clases, en la ciudad, en mi vida, perdido en general. Me encanta desaparecer, me encanta dejar de dar señales para poner todo en su sitio y buscarle un orden y salida a las cosas que inundan estos días tan confusos, y quizá acabe recurriendo a ello, aunque la verdad no sé si me apetece evadirme, huir de la realidad, no me gusta huir pues es de cobardes, pero a veces no hay otra opción. Necesito un soplo de aire fresco que me espabile, una escapada de esta realidad a un mundo a parte, pero que ese mundo paralelo sea nuestra realidad a la vez, sentir de nuevo ese impulso que me lance hacia arriba y el aire me balancee, sentir que nada me puede parar, necesito una sonrisa de repente en un bar, una calada de algo que me pueda colocar, una señal que no sea un espejismo y nada más.

Reflexiones que no llevan a ninguna parte, solamente cruzan aún más los caminos y sigo viendo la única alternativa de desaparecer hasta que acabe tal bombardeo de presión....

Hola soy yo, ya estoy aquí, llevo tres noches pensando que fuí un estorbo para mí...

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